El año se acerca su fin y nuestro calendario solidario desvela su última sorpresa, creada por Marta Pina, ilustradora que trabaja principalmente con la técnica del collage.
Pasión por la tipografía y el collage con Marta Pina
Marta Pina es ilustradora y una apasionada de la tipografía, con la que experimenta en su taller, Industrias Lentas.
Industrias Lentas es un espacio abierto a aficionados y profesionales que quieran hacer pequeñas publicaciones de manera artesanal y con un cuidado exquisito por el detalle.
Marta acumula diferentes materiales para trabajar en sus collages: libros viejos, revistas antiguas y fotografías de todo tipo. Además, se dedica a la docencia, donde aprende cada día de sus alumnos y compañeros.
Entrevista a Marta Pina
¿Cómo se despertó en ti la necesidad o el deseo de ilustrar? ¿Cuál es tu primer recuerdo con un lápiz en la mano?
En mi caso no hay lápiz, me recuerdo ojeando y cortando las revistas y periódicos que traía mi padre a casa los fines de semana. Me gustaba volver a revisarlas una vez recortadas y mirar los collages fortuitos que se creaban en la superposición de páginas. También solía hacer fotocopias de fotos para poderlas cortar sin cargarme los álbumes familiares.
¿Tienes algún rito especial, alguna manía, cuando te enfrentas a un proyecto creativo? Primero suelo sentarme un par de horas a revisar recortes, pensando en el proyecto al que me enfrento, pero sin ningún objetivo fijo. Poco a poco se van ordenando las imágenes y empiezan a surgir las ideas.
Muchas de ellas no llegan a ningún sitio y voy seleccionando aquello que pienso que define mejor lo que quiero transmitir.
¿Qué es lo que más raro que has llegado a realizar?
Un proyecto en el que «intentaba demostrar» la existencia de Blancanieves a través de un personaje inventado, Margaret. Para ello, creé un falso archivo gráfico que incluía álbumes de fotos, máscaras mortuorias, documentos falsos y fotografías analógicas de gran formato que partían de collages.
¿Quiénes son tus referentes o influencias en literatura, música, etc.?
Durante la carrera se acumularon en casa decenas de catálogos de grabadores, pintores, escultores… Hoy día sigo teniendo todos esos libros, que ya casi no reviso, pero recuerdo esa época en la que se convirtieron en consultas casi diarias, sólo por el hecho de mirar.
Esta práctica va creando un poso visual que finalmente se ve reflejado en todo lo que haces. No sólo en la ilustración, sino en la forma de preparar un dossier, de presentar un trabajo…
¿Con qué artista o creador/a te correrías una juerga?
Mejor un vermú con Lorena Álvarez, mientras ella toca la guitarra.
¿Nos recomiendas una peli y un libro?
Soy fan de las películas de catástrofes naturales y el último libro que he leído y recomendaría es «Yo que nunca supe de los hombres», de Jacqueline Harpman.
¿Crees que el trabajo de ilustradora está suficientemente reconocido?
Creo que vivir de la ilustración es complicado. Hay mucha gente haciendo cosas increíbles, y apostando por proyectos súper interesantes que van de la mano de la ilustración y la autoedición, aunque en muchos de estos casos hay incluso una inversión personal que cuesta muchísimo trabajo de rentabilizar.
La inestabilidad define la vida del ilustrador, por lo que muchas veces es necesario compatibilizar esta labor con otras actividades para poder mantenerse económicamente.
¿Qué harías para mejorar la situación?
Ajustar las cuotas de autónomos para facilitar un poquito la estabilidad del ilustrador.
¿Qué consejo te hubiera gustado recibir cuando empezaste?
Creo que nunca he tenido la sensación de «empezar como ilustradora». Hacía collages porque me gustaba y siempre he tenido proyectos propios que me permitían practicar sin ningún tipo de presión.
Muy poco a poco fueron surgiendo oportunidades laborales reales que afrontaba con bastante respeto y nervios, pero bueno, eso me sigue pasando actualmente. Mi consejo sería: mirar sin parar, dibujar sin parar, recortar sin parar, leer sin parar…
Muchísimas gracias a Marta Pina por colaborar con nosotros y formar parte de los ilustradores que han dado vida a nuestro calendario solidario de 2023, cuyos beneficios están destinados a la Fundación Ronald McDonald de València.
Para el equipo de La Imprenta CG este calendario es un proyecto muy especial, que no sería posible sin la colaboración y el talento de los ilustradores que nos ayudan a crearlo. ¡Muchas gracias, nos vemos en 2024!