Walter Landor es uno de los grandes nombres del diseño, con una cartera de clientes que incluye a firmas como Coca-Cola, Del Monte, Levi Strauss & Co, Marlboro, Fujifilm, Alitalia y British Airways.
Para Landor un buen diseño es aquel consigue satisfacer el ego del diseñador, que genera una respuesta positiva en la mente, los ojos y los corazones del gran público y que es adecuado para el producto o empresa que quiere promocionar.
Algo bastante difícil de conseguir, casi tanto como tener una carrera de éxito en el mundo del diseño.
En 1985, Walter Landor fue el encargado de pronunciar el discurso de graduación en el ArtCenter College of Design de California. Allí, además de recibir un título honorífico, compartió sus cinco secretos para una exitosa carrera de diseño.
Si quieres conocerlos, sigue leyendo…
Los cinco secretos de Walter Landor para una exitosa carrera en el diseño
Primero: Entrena la mirada y observa todo con ojo crítico. Nunca hay que dar nada por sentado. No permitas que la rutina y la familiaridad adormezcan tu visión.
Vive cada día observando todo tu entorno: cada producto, cada envase, cada diseño gráfico, cada fotografía, cada mueble, hasta la tapa de la alcantarilla, a diario.
Después, siéntate y disfrútalo. Y luego piensa en cómo podrías mejorarlo. Es un ejercicio maravilloso que mantendrá tus habilidades creativas bien afinadas y frescas.
Segundo: Aquí viene uno difícil: Aprende a escuchar.
Cuando comenzamos una conversación, lo habitual es llegar con ideas preconcebidas, convicciones casi inquebrantables.
Es muy fácil ignorar el punto de vista del otro, descartarlo como irrelevante antes de haberlo escuchado realmente.
Una buena manera de mejorar en este ámbito es posponer el intercambio de ideas hasta que te encuentres realmente receptivo al punto de vista del otro. Y después, comienza a cuestionarlo.
Esto es sumamente útil para hacer frente a las críticas de diseño y, especialmente, en las reuniones con clientes.
Tercero: Aprende a expresarte con claridad, entrena un lenguaje articulado.
Muchas veces los diseñadores creen que su trabajo gráfico habla por sí mismo, pero esto no es siempre suficiente.
El mundo de los negocios es verbal, hay que superar la timidez y explicar lo que estás presentando con claridad.
Expresarse de forma convincente es el primer paso para, si no vencer, al menos ocultar las inseguridades que todos tenemos.
Cuarto: Confía en tu intuición. Esto no quiere decir que debas utilizar la primera solución de diseño que se te ocurra.
Al trabajar en grupos de diseño o en agencias, se exige asistir a sesiones informativas, estudiar abundantes informes de investigación de mercado, leer declaraciones de objetivos de diseño y analizar a la competencia del cliente.
Quizás te preguntes: «¿Cuándo me toca diseñar? ¿Tanto pensamiento con el hemisferio izquierdo del cerebro, para diseñar con el hemisferio derecho? Algo falla».
No. No falla nada. Bienvenido al mundo del diseño estratégico. Quizás quieras desarrollar lo que yo llamo una «volea de hemisferio derecho-hemisferio izquierdo». Aprende el ritmo del juego. Y luego, confía en tu intuición. Termina el set con un saque contundente con el hemisferio derecho del cerebro.
Quinto: Y, por último, pero no menos importante: desarrolla un tercer ojo.
Ese es el ojo que observará cualquier cosa que diseñes como si fuera otra persona la que estuviera mirando. Si ves las cosas como el autor de ellas, eres parte implicada y no puedes ser imparcial. Eres una parte prejuiciosa, y aportas a esa mirada conjuntos de asociaciones propias que no necesariamente existen en el diseño cuando lo perciben otros.
Míralo con tu tercer ojo, como si fueras una persona común y corriente que acaba de verlo por primera vez. Cuando domines esto, serás un excelente comunicador de diseño.
Y estos son los cinco secretos de Walter Landor para una exitosa carrera en el diseño, ¿empezamos a practicarlos?